viernes, 9 de marzo de 2012

La Traición de los Pintores: realidad de trastienda en un movimiento.

La traición de los pintores : realidad de trastienda en un movimiento. Buenos Aires: s.n.; Artiempo, v. 1, n. 4, enero-febrero 1969, p. 18 (Las ideas): 2 ilus. 35 cm. Fdo: Bute

   Cuando después de estar ausente mucho tiempo del país, se pasa por la experiencia del regreso, se encuentra en Buenos Aires dos tipos bien definidos en el medio plástico: uno, los conformistas de siempre acomodados a una situación claramente burguesa y otro que se puede llamar la impostura, es decir, que juega a una forma oficial o semioficial de rebeldía en actitud que se dice renovadora.
   Esta gente que invade los dominios del arte tradicional, que no utiliza la pintura y se dicen pintores, que no esculpen y se dicen escultores, que solo muestran realizaciones copiadas de europeos y norteamericanos se alinean en nuevos grupos al uso de nuestra burguesía “snob” que concurre masivamente a los salones, museos y premios donde son expuestos objetos de utilización casera,o manufacturados industrialmente que “los artistas” destruyen deliberadamente en llamados “actos de creación”.
   Alentados por los tilingos de turno que se dicen críticos de arte y promocionados internacionalmente a través de Bienales y exposiciones en el extranjero, pronto pasan a ser los dueños de la verdad en el panorama argentino.
  Quizá muy pocos ignoran que desde que este movimiento (¿?) se inicia entre nosotros, ya hace mucho tiempo algo similar sucede en todo el mundo. Nadie puede ignorar los autos prensados de César, las maquinas de Tinguely, las sillas quemadas de Arman y las experiencias de Rauschemberg. Seguimos importando cosas pero no lo decimos. ¡ Nuestros “artistas” inventan!

 Desde el pop al Happening. Lo que podría haber sido rechazado por revolucionario y con esto poder abrir un nuevo caminó de búsqueda es totalmente aceptado por la burguesía y pasa a ser U.O.E. (Uso Oficial Exclusivo). muy pocos ignoran que desde que este movimiento (¿?) se inicia  Quizás por esto a los “jóvenes creadores” no les quedo mas que un solo camino, despotricar contra el Instituto que los apadrinó y tirarle un tomate al Embajador de Francia con motivo del premio Braque. Entonces llega el momento de descubrir (siempre tarde) lo que todos saben. “No debe existir divorcio entre arte sociedad” y comienza la etapa “obrerista” de nuestros artistas. Proclaman muestras en sindicatos y C.G.T. en momentos en que los cuadros más revolucionarios del movimiento obrero abandonan a los mismos y piensan procrear nuevas formas de lucha.
  Sin entrar en análisis de orden estético, sin entrar en la negación o valorización del objeto, es interesante pensar un poco en la traición de los pintores. No basta proclamar “el arte ha muerto”, para que éste deje de existir. El movimiento de mayo de París, después de negar la pintura tradicional aduciendo que el arte es injustificable dentro de la sociedad burguesa, reclama “la imaginación al poder”, tal vez esta es la sola forma de arte con posibilidad de existir y entonces es a este arte a quien se ha traicionado. Porque no existe en el arte ninguna aventura que no este ligada a la transformación total de lo que ya está aceptado y que tiene fines bien asignados. El famoso divorcio entre arte y sociedad, que hace de Van Gogh un paria y un loco, no será superado con declaraciones heroicas. Con los distintos tipos de experiencia carentes de contenido y que eran una nueva variante formal mostraron falta de imaginación. 
   Sin saber siquiera pintar un panfleto traicionaron a la pintura. Sin quemar el instituto que los vio nacer, traicionaron su mentada toma de conciencia pues siguen aceptando las instituciones. Ahora tratan de salir de este nudo. ¿Cómo? Los que son revolucionarios y artistas encontrarán el camino, y los otros trataran de arrastrar al pozo en que se encuentran a los que aun se mantienen. Mil novecientos sesenta y nueve, seguramente, será el año que más sorpresas dará. Se han acelerado las experiencias y ya no se pueden repetir. Y tampoco el meterse dentro de un disfraz obrerista, les servirá para engañar a los que estuvieron en la lucha. La traición al arte resulta una traición a ellos mismos y en eso reside el problema ¿Seguirán traicionándose? 



1 comentario:

  1. Verisimo28 de mayo de 2012 08:55
    Conocí a Bute aquí en Marbella hace ya muchísimos años. Tengo en mi posesión sus, sin duda alguna para mí, mejores cuadros. Aquellos que pintaba en mi casa del casco antiguo donde, entre pincelada y pincelada, leíamos a García Márquez y a tantos otros latinos cuya literatura él conocía tan bien. Desconocía que mi querido Bute, a quien tanto ayudé y quien tanto me ayudó, estuviese en Internet. Me alegro. Que no se pierda la memoria del más grande pintor argentino de la Historia.

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